Alcanzando la Cumbre, es la historia de la Iglesia de Dios Región Nordeste Hispana, con sede en Allentown, PA. El libro comienza con una visión panorámica del origen del movimiento pentecostal contemporáneo, dentro del marco social y religioso que vivió los Estados Unidos a mediados del siglo diecinueve. Luego los hechos que dieron comienzo a la Iglesia de Dios, cuando Richard Spurling y su hijo Richard G. Spurling, junto a un puñado de valientes en un paraje de las montañas de Tennessee, decidieron formar una iglesia de adoradores llamada Unión Cristiana, el 19 de agosto de 1886.

Más adelante, se da paso a importantes hechos producidos hasta 1906, en que se realiza la Primera Asamblea de la organización. Un capítulo especial está dedicado a las Doctrinas y Enseñanzas de la Iglesia de Dios, que viene a ser como una inmensa plataforma de hierro, que sostiene en alta mar, una pesada y a la vez delicada estructura.

Luego se concentra en el movimiento pentecostal hispano, particularmente cómo se estableció la obra en Nueva York, vía Puerto Rico. Se describen las valientes jornadas de dos grandes pioneros, el evangelista Francisco Olazábal y el intrépido Juan L. Lugo, y las circunstancias en que la Iglesia de Dios estableció la obra hispana en Nueva York, a través de su Junta de Misiones, conocida más con el nombre en inglés de “Mission Board”. Mas adelante, se hace una crónica del desarrollo de la obra a lo largo de los cincuenta años, mencionándose la gestión de cada uno de los entonces Supervisores.

Un capítulo amplio se refiere a lo que hoy es la Región Nordeste Hispana, presidida por su Obispo Regional, Rev. Efraín Navas. Se muestra cómo a través de los últimos años ha podido realizar una encomiable labor, así como su rol preponderante para la creación de otras Regiones. También se da cuenta de las facilidades y servicios que ofrece su Complejo Regional “Jubilee Camp”, localizado en Allentown, Pennsylvania.

En la recta final, el libro trata sobre el rol que cumple la Iglesia de Dios en los Estados Unidos a través de sus ocho regiones hispanas. Asimismo, se presenta una panorámica del trabajo internacional de la Iglesia de Dios, que cubre Puerto Rico, República Dominicana, y países de Hispanoamérica. Se menciona también el importante papel que desarrolla el Departamento de Ministerios Hispanos de la Iglesia de Dios, que dirige el Dr. Esdras Betancourt, desde su oficina en Cleveland, Tennessee.

En el tramo final, Alcanzando la Cumbre se proyecta a los desafíos y retos que tiene la Región Nordeste Hispana, en un mundo tan cambiante después del ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001. El epílogo es contundente, al señalar dentro del marco del fin de los tiempos, que no obstante vislumbrarse la cumbre, aún falta mucho por hacer.