El Arte de Enseñar la Palabra, está diseñado para ayudar a los maestros a comprender que la teoría didáctica no debe estar separada de la práctica cristiana. Los maestros cristianos tienen la responsabilidad de evaluar las ideas, adoptando una posición sustentada en la Biblia. Esta posición debe evidenciarse en el proceso de enseñanza y aprendizaje a los estudiantes, formando en los estudiantes valores morales y éticos de acuerdo a los propios principios de la Santa Biblia.



El presente texto comienza con una visión general de la enseñanza cristiana y del rol del maestro. Luego de establecerse las principales características de la enseñanza, el libro enfatiza en la selección del material didáctico cristiano y las ayudas educativas. Estos elementos servirán para que el aprendizaje se realice con el mínimo esfuerzo y máxima eficacia a favor del estudiante.



Seguidamente, se explica las tres fases del proceso de enseñanza, que son la planificación, el desarrollo y la evaluación, con el propósito de realizar cambios para el bienestar en la vida de los estudiantes. La verdadera razón de la enseñanza cristiana no es que los estudiantes aprendan, sino que ellos se conviertan a la fe del evangelio, que salva y transforma la vida.



Al final, se incluye un caso de enseñanza aplicado al programa de discipulado, dándose pautas y consejos prácticos de cómo los maestros pueden ver que los estudiantes saquen el mayor provecho de las lecciones a impartir. Con este propósito se incluye el caso de estudio “La Oración como Fuente de Poder”, con su respectiva dinámica de enseñanza.